Zoo de Basilea

Fue en 1874 cuando se inauguró el zoológico

En aquella época, era un lugar más que exótico. La jaula del tigre atrae a la gente, tanto que pronto la dirección del zoo va a ampliar el espacio para acoger llamas, camellos y un elefante. Luego vendrán leones, jirafas, grandes simios, etc. Durante el siglo XX, el zoo cambió el diseño de los recintos, sin vallas y abiertos a amplios paisajes.

Un entorno lo más parecido posible a la naturalez

El visitante descubre así a los animales en un entorno lo más parecido posible a la naturaleza. En el zoo de Basilea se observan múltiples nacimientos de animales raros, hasta el punto de ser una referencia en el sector: okapis, rinocerontes, flamencos, leones, gorilas, guepardos, etc. E

l zoo está dividido en diferentes recintos que albergan familias de animales de especies vecinas o de una misma zona geográfica, especialmente:

• El pabellón de los monos
• El espacio africano
• El recinto de los rinocerontes
• El vivario
• El pabellón de los pájaros

Una interactividad única entre los niños y los animales

En este entorno único, todo está diseñado para crear una interactividad única entre los niños y los animales. Los recintos están abiertos y los visitantes más jóvenes pueden acariciar, cuidar e incluso alimentar a los animales domésticos. Pollos, llamas, cerdos enanos, cabras, ponis, burros e incluso cebúes sabrán enternecerlos y despertar el máximo interés; también es una oportunidad para concienciar a los niños sobre la causa animal y estimular su sentido de la responsabilidad.

El zoo de Basilea es la excursión familiar ideal para pasar un día de aventura y cambiar de aires.